ESD MAGAZINE
Por: LAURA SOLLA
El avión toma pista, el tren llega a su destino, el barco atraca o por fin llegan a su fin las otrora interminables horas de coche. Esto solo puede significar una cosa: hemos llegado a nuestro destino. Seas más de playa o de montaña, en Esdemarca hemos recopilado algunos trucos infalibles para preparar el equipaje perfecto que harán las delicias de tu próxima aventura. 3… 2… 1… ¡Despegamos!
©Pexels
Se acerca el buen tiempo, y con él las escapadas, vacaciones y, en definitiva, los viajes. Seas más de aventura o de relax, a la hora de irnos a nuestro destino favorito siempre surge un pequeño conflicto con el ‘tema maletas’ (¡amados y odiados equipajes!). Que si no cierra, que si llevo de más, que si me dejo algo… en fin, por mucho que nos guste viajar, pasar por el trámite de preparar la maleta siempre es un engorro.
Desde Esdemarca somos conscientes, y por eso hemos preparado una lista de tips infalibles para llevarte contigo lo justo y necesario y no echar de menos nada una vez llegues a tu destino. Así que sigue leyendo, toma nota, y ¡bon voyage!
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1. Encuentra tu maleta perfecta
Si nuestro viaje es de menos de una semana, nuestro consejo es que a no ser que sea indispensable no merece la pena facturar. Así nos ahorramos colas y no perderemos tiempo esperando a que nuestra maleta salga de la cinta o, peor, se pierda. Además, a la hora de movernos con ella por nuestro destino será mucho menos aparatoso.
Pero claro, todo tiene sus pros y sus contras, y el espacio reducido de una maleta de cabina nos obliga a escoger muy bien lo que decidimos incluir. Opciones de cuatro ruedas son las mejores en este caso, ya que podemos llevarlas en vertical y facilitan mucho el movernos por el aeropuerto o la ciudad. También puede ser una buena elección optar por una maleta rígida: ya sabemos que (sobre todo) en los aeropuertos, el tamaño se mide con lupa, y si podemos asegurarnos de que nuestro equipaje cumple con las medidas establecidas por la compañía nos ahorraremos sustos innecesarios. Si por el contrario optamos por una maleta más grande, las dos ruedas permitirán aguantar más peso. Con esta finalidad, una maleta de tela nos permite ampliar un poquito ese espacio que tanto necesitamos.
2. El neceser: un indispensable
Un neceser con algunos imprescindibles es otro artículo indispensable en cualquier equipaje que se precie. Independientemente del tiempo que planeemos estar de viaje, la crema solar o el limpiador deben ir con nosotros allá donde vayamos (sí, aunque no tengas pensado ir a la playa, debes aplicar protector solar TODOS los días), así como incluir obviamente nuestros artículos de aseo personal. Llevar todas estas cositas organizadas en un neceser tan cool como los que te proponemos será un acierto asegurado. Además, incluir un neceser nos permite llevarnos otros artículos que, creedme, necesitaremos: unas buenas gafas de sol o una batería portátil por lo que pueda pasar no pueden faltar en el nuestro.
3. Básicos, versátiles y combinables
Y vamos con nuestra parte favorita, la ropa. Llevar básicos es lo mejor en estos casos, prendas que nos solucionen más de un look. La ropa deportiva es también un acierto asegurado; unos leggings o una sudadera nos permiten explorar el campo o la ciudad súper cómodos y, con los complementos adecuados, también a la moda. Pero lo más importante es, sin duda, saber dejar atrás. Si tenemos 5 jerséis gruesos que nos encantan deberemos escoger, por ejemplo, dos, y combinarlos con capas más finas que no ocupen tanto.
Si no queremos llenar nuestra maleta con mil piezas de abrigo, lo mejor es incluir varias camisetas y mallas térmicas. Así, aunque las capas estén en tendencia, podremos ahorrar bastante espacio y conseguir outfits street style increíbles sin necesidad de pasar frío e ir envueltos en millones de abrigos y bufandas. Para organizarte, introducir la ropa por looks y con el clásico tip de enrollar en lugar de doblar es lo más práctico. Así, una vez en el destino no nos volveremos locos buscando, y también a la hora de comprobar que no nos olvidemos nada visualizaremos mejor lo que llevamos y lo que no.
Y como un buen viaje es impredecible y hay momentos para todo, no nos podemos olvidar de una opción más clásica y elegante para posibles cenas, compromisos o fiestas que puedan surgir. Esta vez nos centraremos más en la versatilidad de las prendas. Por ejemplo, una camisa básica o blusa puede perfectamente actuar como una capa más poniéndonosla debajo de un suéter, como sobre camisa si la llevamos abierta encima de una camiseta, o como parte de arriba principal si tenemos algún evento.
Y para que no se nos arrugue antes de llegar, hay dos truquitos que funcionan bastante bien. Por ejemplo, colocar los artículos que más pesen en la parte baja de la maleta para que no ejerzan presión. Otra opción sería colocar las prendas más delicadas encima de las demás que hayamos enrollado previamente, pero en esta ocasión dobladas. Podemos ayudarnos de hojas de papel de cebolla; colocadas entre la ropa conseguirán que esta tienda a resbalar en lugar de quedarse aprisionada, y nos ahorraremos las temidas arrugas (y la todavía más temida plancha).
4. Atención al calzado
En cuestión de calzado lo mejor es, además de, como todos sabemos, ponernos el par más pesado y abultado el día que viajemos, prestar atención a cómo los guardamos. Para que no ensucien nuestra ropa y no ocupen demasiado, un tip sería guardarlos introduciendo la suela en los típicos gorros de ducha. Sí, hemos dicho gorros de ducha. Así ocuparán mucho menos espacio que metiéndolos en bolsas y más bolsas. Además, si dentro de los zapatos guardamos los calcetines que vayamos a utilizar, dos por uno.
En cuanto a las características, lo ideal sería llevar unas zapatillas cómodas, con una suela que nos permita dar largos paseos, pero sin renunciar al estilo -ya hemos visto que en estos casos la versatilidad es lo primordial-. También debemos incluir unas chanclas (vayamos a un destino de costa o no), ya que además de que ocupan poco espacio, nunca se sabe cuándo nos pueden hacer falta y siempre vendrán bien para estar en el hotel o alojamiento que escojamos.
5. ‘Por si acasos’
Cuantos menos, mejor. Aún así, hay ciertas prendas que nunca está de más incluir. Una riñonera es una de ellas, al igual que un bañador, muchos pares de calcetines, calzoncillos y braguitas (nunca sobran) y alguna pieza de abrigo por si aprieta el frío. Luego, a gusto del consumidor: hay quién añade mil accesorios y quién se olvida hasta del cinturón. Sea como fuere, recomendamos colocar los pañuelos, cinturones, gorros, corbatas… en fin, cualquier cosita que pueda elevar nuestro outfit, en las esquinas de nuestra maleta. Así aprovecharemos ese espacio y podremos dar un giro a nuestro look en cualquier momento.
Ahora que ya sabes cómo preparar tu equipaje como un profesional solo falta sumergirte en nuestra web. Tu próxima aventura comienza con Esdemarca.
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