Ropa de calidad: En qué debemos fijarnos para conseguir la compra perfecta  

En medio de toda la vorágine de novedades que la industria de la moda trae consigo temporada tras temporada, cada vez son más los que se preocupan de recordar la importancia de la ropa de calidad, la buena, la de para toda la vida. Reflexionando sobre esto, lo primero que me vino a la mente fue el anuncio de Adolfo Domínguez en el que mediante el eslogan ‘Sé más viejo’ se instaba a los consumidores a consumir menos, pero mejor. Contraproducente para una empresa cuyo último fin es el económico, diréis, o quizá, otra de esas estrategias de marketing sin más objetivo que el de la viralidad. Puede ser, pero sin duda una brillante idea, y si cabe un todavía más brillante copy. Y es que, con solo tres palabras, la firma ha conseguido poner en valor la importancia de la calidad, de los tejidos, del patronaje, la procedencia y, en definitiva, la sostenibilidad de las prendas. Y es que no es lo mismo ser viejo, que antiguo, y nosotros estamos muy de acuerdo.     

Las costuras son otro factor importante para determinar la calidad de una prenda. Deben ser rectas y uniformes, sin hilos sueltos o irregularidades, y estar bien reforzadas; especialmente en áreas de alta tensión como los hombros, las axilas y las caderas. No queremos que las costuras de nuestra prenda tengan más curvas que una montaña rusa o que se nos descosan al mínimo movimiento, ¿verdad?

Es clave también el fijarnos en los detalles, como las etiquetas , los dobladillos, las solapas, los botones… Las etiquetas deben estar cosidas firmemente y no deben causar irritación en la piel, y los dobladillos deben estar rectos y bien hechos, así como las solapas bien cortadas y fijadas correctamente. Ya se sabe que son los pequeños detalles los que marcan la diferencia, y cuando se trata de ir impecables con prendas de lo más especiales, más todavía.