Todos los regalos (o autorregalos) que querrás encontrar bajo el árbol estas navidades están en Esdemarca 

Pero antes, algunas curiosidades sobre este día que quizá no conocías (y que puede que te sirvan para entablar conversación con tus suegros o tu cuñado en la cena de Navidad). Porque sí, a todos (o casi todos) nos gusta decorar nuestro abeto, pero… ¿de dónde viene esta tradición? Bien, resulta que se remonta cientos de años atrás, en la Europa pre-cristiana, cuando se celebraban festivales paganos durante el solsticio de invierno para conmemorar la renovación de la vida y el retorno de la luz después de los días más oscuros y fríos del año. Los árboles de hoja perenne, que conservan su follaje durante todo el año, eran símbolos de vida y fertilidad en estas celebraciones. Más adelante, la cultura germánica se encargó de establecer esta tradición como una de las principales llegada esta época del año -tal y como la conocemos- cuando su gente comenzó a decorar sus árboles con velitas y chucherías durante la Navidad.    

Con el tiempo esta tradición se puso de moda también en otros lugares de Europa, pero la cosa no se quedó ahí: el árbol de Navidad se mudó a Inglaterra y Estados Unidos en el siglo XIX, gracias a la Reina Victoria y al Príncipe Alberto, que tenían un árbol de Navidad adornado en el Palacio de Buckingham. La tradición se consolidó aún más cuando la Familia Real apareció en una ilustración en la revista Illustrated London News en 1848 con un árbol de Navidad, y el resto es historia.